miércoles, 31 de octubre de 2007

Los resultados y las repercusiones

Hay que tener cuidado con lo que se hace, sobretodo si se hacen concursos.

Concursos con personas competitivas.

Muy competitivas.

Y que viven cerca tuyo.

Muy competitivas.

Y que no les gusta perder.

Ganar no ha sido lo mejor que me ha pasado. Todos me odian y me acusan de que no se qué, que está arreglado, que esta amarrado ¡¿yo que ni siquiera puedo hacer un nudo?!

Mi esposa trató de envenenarme (me dio chocolate después de las once, ella sabe que eso me mata), el Dr. Filkenstein inventó un dispositivo pega canciones, que no es más que un pajarito mecánico que te sigue a distancia prudente por un mes tiempo durante el cual estudia atentamente tus acciones, costumbres y decisiones, interroga a tu familia y amigos, revisa toda clase de memorabilia existente de tu vida (incluida tu colección musical) para luego aparecerse en un momento cualquiera del día y empezar a silbar canciones que, ya determinado previamente por el estudio, el pajarito sabe que odias pero que se te quedarán dando vueltas en la cabeza todo el día. El pajarito también calcula el tiempo que has de tardar en olvidar la canción y regresa a recordártela en el momento correcto.

Comprenderán que el pajarito me tiene loco, ya no soporto el jingle de "Baaanco de Machalaaaaa" cantado con esa voz corporativa-sexy. Este ha sido uno de los inventos más malintencionados del doctor.

Arquímides en cambio utilizó sus influencias en el departamento de planificación urbano-celestial y logró que el inspector del segmento 7b (que ya me tenía pica por un viejo incidente) reubicara las 69 estrellas más brillantes del cielo y las pusiera justo sobre mi casa, apuntando a mi ventana y mirándome fijamente y sin descanso, con cara de "¡que horror, como es posible!". La culpa de algo que no hice, no me deja dormir.

Es bueno haber ganado honestamente, hay que agradecer a ese 38% que me apoyó, fueron muy amables y les daré la plata que les prometí pronto. A fin de cuentas no me sirve mucho el haber ganado porque el premio era una orden de compra por 30 dólares en "La tienda deportiva salvaje mutante del horror de Tyrone Jones" en donde yo ya tengo crédito. Además de la oportunidad de publicar un cuento en un prestigioso medio de internet, y si no conseguíamos, se publica aquí en dos de tres.

Creo que no volveré a hacer concursos en casa. Ahora debo pensar en una forma de recuperar la amistad de mi familia y amigos o por lo menos que dejen de usar sus influencias para hacerme daño. He pensado en contactar a un amigo de una pastelería ecléctica, que ha tomado lo mejor de las otras pastelerías y hecho la suya, para que me haga un súper pastel de chocolate con el cual de seguro me dejan en paz, pero estoy dudando porque los dueños de las otras pastelerías lo están buscando para que devuelva lo tomado.

Tal vez un espectáculo de luz de colores nuevos o un viaje por el canal de la mancha del piso, o de pronto una ventana a las praderas de Holanda o una puerta al lado oscuro de la luna o un pase 1x2 para el cine o un sentimiento de alivio o un par de zapatos con luces o un termo con jugo de frutas extintas o un cd del coro de mimos "el coro de mimos canta las moviditas" o una 2da edición del libro "no sabes ni por donde" de Copérnico Lopez (amigo personal) o una grapadora nueva o una grapadora vieja o quien sabe que, ya veré que hago, siempre lo hago.

lunes, 1 de octubre de 2007

El concurso de cuentos

Estas son las cosas que yo a veces no entiendo como pasan. Un rato estoy sentado frente a la PC tratando de pensar en que otra cosa buscar en Wikipedia y en cuestión de minutos estoy envuelto en una acalorada discusión y no me puedo desenvolver.

Y es que son estas el tipo de situaciones que convierten mi vida en una historia que parece inventada, a veces me siento un post en un blog, por raro que les parezca eso.

En fin, para variar el Dr. Filkenstein discutía con Arquímides respecto a un artículo del periódico acerca de un concurso de cuentos, el periódico era de 1988 pero ambos estaban seguros de superarse el uno al otro. No vale la pena exponer sus argumentos porque nos llevaría mucho tiempo, basta decir que no se pusieron de acuerdo y yo terminé envuelto en el concurso también al sugerir que yo podría ser juez al ser, definitivamente, mucho mejor escritor que ambos. Luego apareció mi esposa, tan atenta como siempre, con 4 sanduches y 4 batidos que procedió a comerse mientras se reía de nuestra discusión.

Según ella, como parte importante de su profesión es la escritura, en su infinita sabiduría podría hacer de juez en un pequeño concurso improvisado. Todo parecía estar listo, hasta que el Dr. Filkenstein la rayó por haber escrito "Breatney Spears" sobre un cd que alguna vez ella grabó para los ejercicios matutinos del Dr. Por supuesto ella se picó y también entró al concurso.

Si seguíamos buscando jueces entre nuestros amigos íbamos a terminar con muchos concursantes así que se me ocurrió una brillante idea, hacer todo un poco más interactivo por acá. Se me ocurrió que podrían ayudarnos a decidir quien gana, así nos sentimos un poquito más cerca, aunque estemos lejos, como comercial de llamada a larga distancia. Ustedes pueden ayudarnos a decidir quien es el mejor y quien se lleva el premio. Personalmente creo que soy yo, porque a lo largo de mi vida he notado que soy una persona honesta y capaz, claramente soy la mejor elección, pero bueno eso ya depende de ustedes y de su voto, a mi no me gusta el proselitismo porque es como feo. Vote por mí.

Y bueno a continuación van los cuentos, quedamos en que serían muy cortos para simplificar las cosas, por lo que todos son de un párrafo. Espero que sepan escoger con justicia y equidad, sino saben escojan con el mouse que también se puede.


Mi cuento:

Mirabella renegó de su nombre por el resto de su vida, no era posible que en pleno siglo 21, una chica de esplendorosos ánimos y sobresaliente motivos, se exprese por el mundo con una primera impresión ortográfica que remita a una sensación de vacas y tribilín. Existía una lucha constante de poderes en el hogar de Mirabella, primero con su madre, portaestandarte de la imposición cronológica y luego con su padre campeón de las causas perdidas como la obediencia después de los 18 y el pan con pasas. Mirabela Montes comprometida con el medio ambiente, no veía la hora de casarse con él y vivir en los bosques como la soberana de la naturaleza, tenía un plan que cualquiera llamaría "excelente" si hubiera deseos de llamar a un plan, quien sabe para que. Para una fiesta tal vez.


El de mi esposa:

¿Sería el oleaje tan intenso sin su mano? ¿Podría absorber de igual forma la alegría del oxígeno si en ese instante no estuviesen el uno junto al otro en la inmensidad blanca de una playa imaginaria? Era obvio para ella que aquel loco que se unió a sus sueños era ahora algo más grande que su propia naturaleza. Él se cubrió del sol con su antebrazo y preguntó, -¿en qué piensas?- ella le dio detalles de sus ideas. Él sonrió pacíficamente, guardó silencio por tres minutos y luego una frase saltó de sus labios: - A mi también me gustas mucho.


El del Dr. Fikenstein:

Una luz, una energía misteriosa, un dolor púrpura que pega en el ojo del horizonte. Una definición que es difícil de alcanzar para un hombre de ciencia como yo. A lo largo de 15 años, mi alma se ha sensibilizado al temblor desestabilizador cuyo eco golpea las almas de todos. Yo lo siento y se lo que dice, pero ¿como lograr que otros se sensibilicen?. Es un mensaje que se pierde en el negro espacio, con su infinita carencia se alimenta de los haces de luz y asimila los sonidos, las vibraciones del corazón primal y todos menos yo, han de perderse su majestuosidad y brillo.


El de Arquímides:

La filosofía cósmica y el beuvelleue cenital: un estudio.

Es conocido por la comunidad confundo-misteriosa, que los lados alternados del hombre común, en constante roce actitudinal, mencionan en sus estudios la profunda matriz estudiantil olvidada hace centurias por gigantes del ritmo, nombre aplicado a la tribu de aborígenes que, en un festín de conciencias, materializaron los miedos del desgarbado hombre de la cueva y para horror de los presentes, los presentaron.


Aquí está su junta receptora del voto, su papeleta y su biombo, todo simplificado gracias a la maravilla del internet.


Gracias por participar en el proceso electoral. El lunes siguiente se cierran las votaciones, mientras tanto esta será una semana tensa en casa.