jueves, 22 de febrero de 2007

Tribulaciones de una esfera azul

Ha sido un semana exorbitante, tal vez hasta monosódica.

Arquímides, no Arquímedes (su mamá no soportaba ver una e repetida) se fue sin decirme como hacer funcionar la esfera, así que solo me quedaba recurrir a una persona.

El Dr. Filkenstein.

El Dr. Filkenstein estaba recién llegado de su viaje al desierto del Sahara buscando el grano de arena con más personalidad para participar en el concurso Señorita granito de arena (que lo hicieron en el Centro de arte el otro día) y como ganaron, ahora el Dr. se cree el mejor missologo (de granos de arena) y esta tratando de enseñarle a mi esposa como "brillar" al sonreír y como hacer malabares con cucharas de la segunda guerra para la parte de talentos. Fue difícil convencerlo de que me ayude, pero un par de vales de 5 dólares en galleta pecosa hicieron el truco.

Fuimos a buscar el analizador de encendido (que fue el que usamos para descubrir como se prendían las luces de la casa) y lo utilizamos con la esfera azul que me dejó Arquímides.

Es Esta:


No, espera, no es esa, esa es la luna. Es esta:


¿Si la ven? Es la mejor foto de la esfera que conseguí.

Descubrimos que para encenderla solo hay que pedirle de favor (pero sincero, sino te escupe) así que nos preparamos todos para prenderla esa noche. Mi esposa, que ya se había vuelto experta con las cucharas de la segunda guerra y ahora estaba probando con las de la primera, llamó a su amiga Leticia, la adicta al desparpajo (ya saben como es ella) quien al llegar y saludarnos en completo desorden, decidió mover el sofá y así nos destruyó la sala. Mi esposa la invitó a ver la esfera en acción, ya que ella (como tantos) también era fanática del azul. El Dr. Filkenstein llevó al grano de arena (que estaba despampanante).

Ya estábamos todos en nuestros puestos y le pedí de favor que se prenda y lo hizo, las cosas se hicieron azules por naturaleza, incluido el fetuccini alfredo que estaba dispuesto a comerme.

Le tomé una foto a la esfera prendida, aquí está:

No mentira, este es el sol de LE, la esfera no se deja tomar fotos cuando está prendida, te escupe.

Leticia regó limonada en la mesa y todo se tornó amargo por naturaleza. Según ella todo estaba demasiado ordenado, no la soporto.

Como me amargué, apagué la esfera y me fui.

Aparte de eso, no he hecho nada más, ¿y tú?

3 comentarios:

Ataraxia dijo...

que buena foto de la esfera, ya sabemos que nunca te vas a quedar sin luz, ya que siempre va a haber alguien mas que te ilumine, cool.

Virgiman dijo...

yo quiero una esfera azul

Lilia Franco Sánchez dijo...

Yo quiero una esfera roja...y un hobbit esclavo. El dr. Filkenstein se parece a doraemon, pero por algún motivo le pongo la cara de bela Lugowski..